¡Definitivamente, NO y mil veces NO!
“El rigor”, en el ámbito profesional, y en la representación institucional, opino que es una facultad fundamental para garantizar el resultado y la función que se pretende cumplir. Y a pesar de la dureza de su definición en la rae la “escrupulosa severidad”, la “acrimonia en el genio o en el trato” y “mantener el protocolo de actuación o protocolizar”, dependiendo el escenario y el momento en el que te encuentras, ha de aplicarse escrupulosamente, cumpliendo con el deber y responsabilidad asumida.
Y lo dice una persona, que en cuanto tengo oportunidad, abrazo y beso a mis amigos y amigas de manera inconsciente y natural, ¡me encanta la gente, y me encanta abrazar!, quien me conoce, lo sabe.
No he recurrido jamás a la crítica fácil, ni me considero persona que se sume a las corrientes mayoritarias de opinión, sin analizarlas previamente y aplicando mi propio criterio y normas de conducta, fundamentos morales y código ético, pero he de decir, que a pesar de mi personalidad abierta, sociable y positivista, desde mi cargo de Presidente de la Confederación de Cooperativas de Viviendas y Rehabilitación de España, y de su Federación Territorial de la Comunidad de Madrid, nunca he perdido la compostura y siempre he sabido aplicar con el máximo rigor mis competencias y mi modesta autoridad.
Me sorprende y avergüenza el comportamiento y falta de rigor que el Presidente de la Federación Española de futbol ha tenido en el internacional y lamentablemente conocido, acto de entrega de medallas de nuestras campeonas mundiales, así como el soez gesto que se permitió dedicarle a todo el planeta, en el palco de honor, junto a representantes de la Corona y otras instituciones que representaban a nuestro gran país, aplicando todo lo contrario a este señor, que más bien parecía estar en la bodega de su barrio, con los amigotes de la panda.
Ahí, en su casa haciendo una barbacoa o en la bareto de su barrio con sus familiares o amigos íntimos, puede que sí Sr. Presidente, pero en el Palco de Honor y en la entrega de tan merecido, sufrido y maravilloso reconocimiento a estas colosales deportistas, ante millones de espectadores, y para vergüenza de la sociedad y del deporte español, ¡definitivamente, NO y mil veces NO!.
Es del todo inadmisible Sr. Presidente, y por ello, no es usted merecedor, ni está capacitado para representar esta Federación, como tampoco lo sería, ni estaría para defender los intereses de ninguna de las que, sin el presupuesto millonario y reconocimiento y apoyo político y social con el que usted contaba, operan y cumplen con su fundamental objeto social en nuestro País; se lo dice un modesto y desconocido Presidente, de una Gran Confederación, que jamás se tocará los genitales en ningún acto representativo, ni besará en la boca a ninguna de sus compañeras, jamás.