“FATÍDICA VANIDAD”
El año pasado, en Febrero de 2018, titulé esta columna opinión con “Color Político” intentando hacer un esfuerzo sereno y creo que generoso cuando analizaba que, a pesar del Color Político del panorama de Grupos que pugnan por gestionar los asuntos de la gente, la ideología fundamental que se debía extraer de todos ellos era la de ser sensibles a las necesidades de las familias españolas por encima de sus rencillas, prevaleciendo finalmente en sus actos y programas electorales el cumplimiento del deber y el servicio a España.
Un año más tarde, es verdad que tremendamente convulso, debo decir que siento pena, indignación y algo de vergüenza cuando veo que el principal objetivo y el verdadero potencial que deberían todos los partidos políticos utilizar con fuerza para poder renovar sus permanencias en los diferentes gobiernos autonómicos y nacional y así cumplir con sus programas, no sólo no lo aplican y cuidan, sino que lo apartan, ignoran y algunos hasta desprecian.
Es un gravísimo error que, tiempo al tiempo, les costará a todos ellos un alto precio que, a veces, parece que desgraciadamente sólo les afecta a un nivel e interés personal, olvidando el sentido del deber y el del Servicio Social. Del potencial y argumento del que hablo es, claramente, del concepto España.
España es una gran nación, formada por 17 comunidades y dos ciudades autónomas, que no merece ser despreciada, agraviada y puesta en peligro, por intereses partidistas, minoristas o lo que es peor, por entrar en liza los enfrentamientos de calado personal asesorados todos ellos por un mal compañero disfrazado de orgullo, donde realmente se camufla y se esconde la fatídica vanidad. En CONCOVI llevamos más de 60 años defendiendo, con verdadero orgullo, grandes y pequeños proyectos colectivos en los que siempre ha primado la defensa de los intereses generales del proyecto y del objeto social que se persigue.
En CONCOVI y en sus Federaciones Territoriales Autonómicas, sabemos muy bien, no nos lo tiene que enseñar nadie, cómo debemos alcanzar el objetivo social sin abandonar nuestras funciones, sin poner en riesgo el “todo” por la “parte”, y mucho menos por un afán inconfesable diseñando y urdiendo estrategias que nos garanticen la perpetuidad o la implantación de nuestros Órganos de Administración en esto tan serio y tan bonito de representar a la gente.
Los intereses generales de España son lo primero y están por encima de todo, el político que no lo entienda así será señalado por el conjunto de los españoles.
En la despedida de nuestro querido Presidente D. Alfonso Vázquez Fraile, el 1 de julio de 2017, su gran y querido amigo D. Ángel Pradel Alfaro, escribió que una de sus seis puntas de Alférez que lució D. Alfonso a lo largo de su vida era sin duda su “sentido del Servicio, servicio a España, que al igual que la verdad, es eterna”.
