El Ayuntamiento de Málaga y Concovi colaboran para la construcción de VPO y la rehabilitación de viviendas
02-06-2016
CONCOVI PRESENTA SUS PROPUESTAS EN BRUSELAS
15-07-2016

ES NECESARIA LA MOVILIDAD EN LA VIVIENDA

ES NECESARIA LA MOVILIDAD EN LA VIVIENDA (Enero 2016)

El notable incremento de la adquisición de viviendas en propiedad, respecto a la vivienda en alquiler ha generado la inmovilidad en la vivienda. Es por ello que frente a las siete veces que se cambia de alojamiento en Europa durante la vida familiar, en España se cambia unas tres veces como mucho. Tal situación además de influir en la escasa tasa de natalidad, junto a la crisis económica, todavía existente, crea un grave problema económico y social en nuestro país, representando no sólo una incomodidad en la utilización del hogar por no tener la superficie y distribución adecuada a las necesidades familiares e incluso profesionales de los que la habitan; sino también un grave impedimento a la movilidad laboral.

Habitualmente, la mayoría de los adquirentes por primera vez de una vivienda en propiedad son parejas para casarse, y además de la ilusión de formar una familia no les importa que su primer hogar sea reducido, obligados por su limitado poder adquisitivo, conformándose con adquirir una vivienda de 70 metros útiles, formado por un comedor-estar amplio, un dormitorio para el matrimonio y otro para los futuro hijos, susceptible de alojar en el mismo camas nido, literas, camas empotradas, y situar otras en el estar-comedor, si fuera necesario al nacer más de cuatro hijos o de distinto sexo. Y así se soportan los diez primeros años, pero si la familia adquiere la categoría de numerosa, por nacer más hijos o tener que alojar al padre o madre de algunos de los cónyuges, la vivienda resulta incómoda en muchos sentidos, lo que requiere un alojamiento mayor y si las circunstancias económicas lo permiten, lo lógico es que la familia se traslade a una vivienda más amplia, que cuente al menos con dos dormitorios, además de el de matrimonio, dos cuartos de baño, etc, con una superficie útil de cien o más metros cuadrados, donde puedan todos sus miembros disponer no solo de una habitación para dormir, sino para estudiar e incluso trabajar, si el cabeza de familia o uno de sus componentes precisa realizar sus tareas profesionales en su casa por desempeñar un trabajo liberal o por cualquier otra circunstancia.

Pero pasados otros diez años, la familia ha cambiado sus características, algún hijo ya se ha casado o se ha emancipado o se ha trasladado a otra lugar por razones profesionales, o ha fallecido alguno de los componentes o la ciudad donde reside ha crecido urbanísticamente o han cambiado sus costumbres y el hogar y su entorno ya no es apetecido por sus moradores o por otros motivos, requiriendo un nuevo traslado a un alojamiento más adecuado a las nuevas circunstancias de la familia, por razones económicas o sociales especialmente, precisando una vivienda más reducida normalmente, etc, etc.

En definitiva, la vivienda, como el vehículo, o cualquier otro objeto de uso familiar, precisa de un cambio o renovación, para ser útil o más favorable a la vida y costumbres de la familia y de sus componentes. Pero se tropieza con un sinfín de impedimentos y dificultades, especialmente si alguna de las viviendas es de protección oficial o pública, fundamentalmente en lo referente al tratamiento fiscal de la venta y adquisición simultánea de las viviendas.

Por todo ello, se estima, que si la vivienda se promueve en régimen cooperativo, los trámites para efectuar el traslado , así como para orientar al titular de la vivienda, tanto si lo que desea o precisa, es ubicarse en una zona determinada, o de mayor o menor superficie, superior categoría, etc, es un asunto que podría resolver el Área de Registro de Demandantes de la Federación de Cooperativas de Viviendas correspondiente, tratando de adjudicar una vivienda adecuada a las necesidades presentes de la familia, cubriendo la vacante que se deja desocupada a otra familia que según sus necesidades, pueda y quiera cubrirla, liquidando su precio estipulado según el del mercado o el oficial vigente en ese momento.

Habrá que intentar que los impuestos que genere la compra-venta sean lo más reducidos posibles, ya que se trata de cubrir una necesidad (acomodar la superficie y distribución de la vivienda, así como su ubicación etc) a las necesidades familiares y/o profesionales del nuevo ocupante, evitando negociar con la posible diferencia de precios existente.

En los sucesivos traslados será necesario, asimismo cambiar el amueblamiento de la nueva vivienda y para tal fin con el objetivo de evitar más desembolsos a la familia afectada, los socios de las cooperativas de viviendas Madrileñas, pueden contar con la colaboración de la empresa MadridDecor, entidad de la Economía Social que cuenta con planes exclusivos de amueblamientos para los socios cooperativistas, a precio moderados y con dilatada facilidad de pago.

Conseguir la movilidad en el hogar en un reto que debe afrontar el cooperativismo de viviendas, para facilitar desde todos los puntos de vista posibles tanto la adecuada confortabilidad de todos los usuarios en las distintas etapas de la vida familiar como la posibilidad de acceder a puestos de trabajo en nuevas localidades.

El notable incremento de la adquisición de viviendas en propiedad, respecto a la vivienda en alquiler ha generado la inmovilidad en la vivienda. Es por ello que frente a las siete veces que se cambia de alojamiento en Europa durante la vida familiar, en España se cambia unas tres veces como mucho. Tal situación además de influir en la escasa tasa de natalidad, junto a la crisis económica, todavía existente, crea un grave problema económico y social en nuestro país, representando no sólo una incomodidad en la utilización del hogar por no tener la superficie y distribución adecuada a las necesidades familiares e incluso profesionales de los que la habitan; sino también un grave impedimento a la movilidad laboral.