Opinión del presidente: Septiembre 2020

En Juego, el futuro de todos.

Quisiera creer que los líderes que gestionan y de los que depende, en líneas generales, la evolución y mejora de las condiciones de vida de nuestra sociedad, aprenden de sus errores y, sobre todo, de los que cometieron sus antecesores.

Los gerentes y ceos que pilotan las grandes empresas y capitales son fundamentales en esta ecuación para hacer posible los desarrollos de inversión que, a su vez, pondrán en marcha la cadena productiva, activando la contratación de los profesionales y trabajadores que precisan en cada área de actuación para alcanzar sus objetivos mercantiles. Ellos, sus líderes, suelen responder ante una Junta de Accionistas y se juegan, sin duda, el puesto trabajo. De sus aciertos o errores dependerá la cuenta de resultado de los activos que defienden. Cuando una de estas empresas cae, saltan todas las alarmas y nunca se llega a conocer los motivos que generan su cierre total o parcial anunciando de manera inevitable miles de despidos con el impacto económico y social que ello produce.

Las medianas y pequeñas empresas, más importantes todavía que el grupo anterior, y de las que depende la creación y conservación de la mayoría de los puestos de trabajo de nuestro país, son dirigidas y timoneadas por valientes emprendedores que en la mayoría de los casos nos dejarían con la boca abierta si nos contaran la increíble carrera de obstáculos que a lo largo de tantos años tuvieron que sortear y superar para cumplir y alcanzar un inevitable impulso de superación y creatividad. Su historia es el gran legado de nuestro sistema productivo y ellos conocen y conservan el secreto de las soluciones, a veces las más simples, para impulsar y mejorar la actividad económica de nuestro país.

El Autónomo o trabajador por cuenta propia es sin duda el empresario el jefe que tiene que medir sus decisiones y asumir sus consecuencias con mucho más cuidado, ya que de ello dependerá el futuro inmediato de su bienestar y su familia. Ellos son los camaleones de nuestro grupo de líderes, ellos son expertos surfistas y magos de las pequeñas y tan necesarias economías de batalla. Ellos son el principal representante de la gente de a pie, de la gente humilde, de la mayoría de la gente, la buena gente.

De todos estos grandes, medianos y pequeños líderes, depende el futuro de nuestro país y la calidad de vida de los trabajadores que confiamos en su instinto, en su experiencia, en su acierto y en su buena fe.

¡Ah!, pero se me olvidaban otro gran grupo de líderes; son diferentes a todos los de los grupos mencionados, son con toda seguridad, los más influyentes, los que de ellos depende, en una gran medida, el éxito del resto, hablo de toda la Sociedad. Son los líderes políticos.

Pero si analizamos bien su función, tampoco lo tienen tan mal, ¿no? Si los líderes políticos, tal y como lo han manifestado, ratifican los argumentos tan elementales y ciertos como los que hoy expongo, para hacer política social efectiva, que no efectista, quiero pensar que sólo tienen que hacer tres cosas en verdad: Consultar, Escuchar y Aplicar, ¿no?

En lo concerniente a nuestro Sector, sólo espero que las Administraciones Públicas no se olviden, a la hora de diseñar y aplicar sus Programas y Planes de Vivienda y Rehabilitación, de, al menos, Consultar antes, mucho antes, a los Agentes Sociales su puesta en marcha Deberían haber aprendido la lección, tras tantos y tantos fracasos, en juego, el futuro de todos.