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“Agur Jaunak”

Ha sido un viaje de trabajo que recordaré durante muchos años con cariño y al que recurriré, sin dudar, cuando hable de cambio, de esperanza, de respeto y de amistad.

El pasado 5 de octubre tuve la oportunidad y la gran suerte de viajar al País Vasco, con motivo de la primera celebración, fuera del Parlamento Europeo en Bruselas, de la reunión del Intergrupo de Economía Social, en Donosti y que congregó a más de 300 participantes, representantes de las Instituciones y Administraciones Públicas comunitarias y a Entidades de la Economía Social de toda Europa, convocada para día 7.

Fue un acto realmente entrañable, ya que también tuvo lugar, en el día anterior, la entrega del premio Denon Artean organizado por el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi y nuestra Confederación en el territorio Konfecoop, habiendo sido, en esta segunda edición, reconocido por su labor y defensa de los intereses y derechos sociales la Alianza Cooperativa Internacional ACI.

En la agenda también se recogía la asistencia de CONCOVI en la Comisión Ejecutiva de CEPES, nuestra Confederación Nacional de las Empresas de la Economía Social y aprovechando esta gran oportunidad, nosotros también convocamos y celebramos nuestro Consejo Rector el cual fue organizado y coordinado por nuestra Federación Territorial BIZIKOOP y nuestro Presidente y amigo Xabier Pagalday, reuniendo en San Sebastián a un gran número de nuestros compañeros y Consejeros a los cuales no veía presencialmente desde hacía muchos meses.

Fueron tres días de intenso trabajo y con un orden del día que reconozco no se pudo cumplir en su totalidad, pero también fueron tres días llenos de sorpresas y mensajes repletos de ilusión y esperanza.

Pude comprobar cómo la Economía Social cada vez es más reconocida y necesaria internacionalmente para hacer de nuestro planeta un mundo y una sociedad más justa y solidaria, en definitiva, más identificada con los valores y conciencia social, más humana.

Pude comprobar, a muchos y diferentes niveles, profesionales y personales, lo maravilloso que es el pueblo vasco, las ganas y posibilidades que tienen para ser felices y hacer felices a todo y todos los que contacten y trabajen con ellos; su alto nivel cultural, su incuestionable liderazgo y posicionamiento internacional y su sencillez, mezclada con una elegancia natural al recibirte, atenderte y también a la hora de despedirse, con una poderosa palabra; ¡agur!; una palabra de claro tratamiento honorifico y cargado de respeto, una palabra que cuando la escuchas, como yo por primera vez, en su maravilloso himno “agur jaunak” se te erizan los cabellos de la piel de manera inevitable, sintiendo orgullo y un increíble respeto al escucharlo en silencio y erguido junto a compañeros y amigos vascos emocionados de corazón; es un momento mágico.

Pude comprobar, cómo te reciben en las más antiguas e históricas Sociedades Gastronómicas del centro de San Sebastián, como si fueras uno más, pude visitar y pasearme por la histórica localidad de Oñate, con la que mi Secretario General y amigo Jaime Oñate llevaba muchos años deseando reencontrarse; y al igual que a él, yo también vi cumplido un sueño; entre los pocos espacios que esta loca agenda nos dejaba, mis amigos y compañeros de CONCOVI me animaron a visitar el barrio de Altza en San Sebastián origen y punto de partida de mis antepasados y apellido Casares. Mirian, Alberto, Saioa y Beñat, maravillosas personas que trabajan en el Caserío o Casa Solar de Casares rehabilitado en 1986, hoy Casa de la Cultura, me recibieron con tanto cariño y amabilidad que nunca podré olvidar los minutos y trato que me dedicaron y dispensaron con infinidad de explicaciones y aclaraciones a mis consultas, mientras me mostraban y paseábamos por el barrio e instalaciones de los caseríos que vieron nacer y cobijaron a los primeros de nuestra saga. Fue una experiencia emocionante e inolvidable que me acercó a mis orígenes y a aquel linaje, de los más antiguos que pobló Gipuzkoa, conservando todavía nuestro escudo en la Casa Solar que visité donde se puede leer todavía “Aquí es Casares”.

Gracias de corazón a todo el País Vasco y a toda su gente, cuna y ejemplo internacional de hacer y defender la Economía Social, o lo que es lo mismo, a la persona.