Conciencia de Cooperación.
Me gustaría escribir sobre cualquier cuestión antes que del Estado de Alarma en el que se encuentra sumido nuestro país y el mundo entero, pero dada la situación de excepcionalidad y el impacto que tendrá en tantos ámbitos de nuestra vida me veo obligado a ello.
Teniendo tantos gestos y reconocimientos diarios y constantes, seria repetirse si trasladase un mensaje de solidaridad y agradecimiento a todos los agentes sanitarios y cuerpos de seguridad que están velando por nuestra salud, a los que me sumo añadiendo un alto porcentaje de admiración. Por ello quisiera explorar un poco en la solución que puede acabar con esta crisis inesperada y si la experiencia durísima a la que este maldito virus está sometiendo a la sociedad servirá positivamente para hacernos más fuertes o, por lo contrario, su impacto debilitará aún más a un mundo, pero sobre todo a un país como el nuestro que ya libraba duras batallas socio políticas que afectaban directamente a su estabilidad económica.
El mundo, en su reciente historia moderna, no recuerda una amenaza como la que estamos viviendo, la hemos estudiado, leído en los libros de historia y en muchas obras antiguas, pero es la primera vez que tanto los mayores como los jóvenes podemos contar una vivencia como ésta.
El reto es colosal, y si no aprendemos y aplicamos lo más básico para superarlo, también lo serán sus consecuencias negativas.
La pregunta es, ¿la sociedad está preparada para soportar este desafío?, y ¿seremos capaces de superar sus consecuencias?
Yo opino que sí, sin dudarlo. España y su pueblo, siempre han afrontado sus problemas y desafíos con honestidad y con una gran capacidad de sacrificio, demostrando con ello su fidelidad y responsabilidad en beneficio del interés general y saliendo siempre reforzada tras la contienda.
Queridos amigos, para superar este reto tan colosal, hay que aplicar, una vez más el término “cooperación, colaboración” y con este mandamiento tan elemental y sencillo de entender, las consecuencias negativas se verán enormemente reducidas y superadas.
Nuevamente el espíritu de cooperación al que en tantas veces he hecho alusión para mejorar la calidad de vida de las personas, ahora servirá para salvarlas.
No puede existir una sociedad moderna y globalizada como la nuestra, sin que se aplique en todos sus ámbitos un sistema coordinado de cooperación y colaboración, incluso más para solucionar y solventar situaciones de crisis sanitarias como en la que nos encontramos.
Hoy más que nunca, se habla y se pide solidaridad, colaboración con las medidas aplicadas por las autoridades competentes, cooperación entre organismos internacionales, agentes sociales, instituciones y partidos políticos. Parece que nuestros Gobiernos se han dado cuenta de que la cultura y el espíritu de cooperación que le es innato a cada ser humano es la solución a este grave problema y se puede y debe aplicar coordinadamente para mejorar y garantizar la vida y supervivencia en el planeta.
Esta crisis será resuelta por el esfuerzo y sacrificio de un gran ejercito de sanitarios y de efectivos puestos a disposición de las familias de todo el mundo, pero con la inestimable conciencia de cooperación de cada uno de nosotros.
