“imposible, ¡por barata!”.
Es difícil explicar a la sociedad y sobre todo a los jóvenes que aspiran acceder a su primera vivienda, que uno de los motivos por los que les es tan complicado, por no decir, imposible encontrarla, es su bajo precio oficial.
¿Cómo hacer entender a tanta demanda insatisfecha, que promover vivienda protegida es del todo imposible, ¡por barata!?
El mundo al revés…
Hace ya muchos años, las Administraciones Públicas retiraron todas las ayudas directas e indirectas a la producción y adquisición de la vivienda con algún tipo o grado de protección, exigiendo eso sí, que su valor máximo de venta o adjudicación estuviera topado por el módulo oficial.
Es decir, no hay ayudas de ningún tipo, pero sobre el promotor de la vivienda protegida recae toda la responsabilidad y peso social al verse obligado a buscar las maneras de cubrir los costes del proyecto, obteniendo sus legítimos retornos o beneficios, sin la más mínima ayuda, ni estatal, ni por parte de las Comunidades Autónomas, que son quienes realmente tienen las competencias delegadas.
Han de pensar algunos de ustedes que, ¿qué hago yo hablando de las reivindicaciones de los promotores inmobiliarios de vivienda protegida y de sus beneficios?, pero la explicación es muy sencilla; en CONCOVI queremos que, tanto ellos, como los autopromotores produzcan y satisfagan esta acuciante y preocupante demanda social y sabemos que el problema es de gran importancia desde el momento en el que, ni siquiera las entidades sin ánimo de lucro, como son las Cooperativas a las que represento y defiendo, somos capaces de cubrir los costes de dichas promociones.
Si el Plan Estatal de Vivienda no recupera aquellas ayudas, ni tampoco las políticas sociales en esta materia son prioridad, ni objetivo de los Gobiernos autonómicos, sólo les pedimos que, al menos, legislen y regulen conforme a las reales exigencias del mercado. Me refiero a que, si no hay ayudas, al menos tengan la valentía de revisar al alza el Módulo Oficial del Precio de la Vivienda Protegida.
Muchas Cooperativas de Vivienda están tan desesperadas que, incluso sus socios y las familias que las impulsan asumen voluntariamente incrementar desproporcionalmente sus aportaciones a Capital Social para afrontar el desfase entre el valor oficial por el que tendrán que escriturar sus viviendas y el riguroso coste real y auditado que les supondrá autopromoverlas y construirlas.
Esta práctica no es deseada, y mucho menos aconsejada, por ningún Gestor o profesional que asesore a una Cooperativa, pero es entendible que, ante la urgente necesidad y la inacción de las Administraciones Públicas para regular y legislar realidades, la Cooperativa se vea obligada a ello.
CONCOVI propondrá al Gobierno de la Comunidad de Madrid y a los responsables públicos que quieran contar con nuestra humilde, pero fundada opinión que, el Módulo sea revisado antes de fin de año en un porcentaje que permita a todo promotor desarrollar e impulsar proyectos inmobiliarios de vivienda protegida, no sólo para que lo puedan realizar Cooperativas; solicitaremos que su revisión, desde ese momento, sea automática, evitando así que dicha decisión entre o dependa de los complejos, estratégicos y casi siempre desconocidos e incomprensibles calendarios políticos, recuerdo que llevamos 15 años manteniendo el mismo Módulo en Madrid; también propondremos la Calificación Permanente y Definitiva de la Vivienda Protegida y por último, les propondremos que regulen, nuevamente, el valor máximo del suelo calificado como protegido.
Como verán, no se les solicita, de momento, ni un solo euro de ayudas, nada de nada, sólo les pedimos que trabajen, analicen, gestionen, regulen y legislen realidades sociales y de mercado, con eso bastaría para evitar prácticas que nadie desea aplicar y para mejorar las garantías de los promotores, la de todos, que nos permita, por fin, producir vivienda protegida.
¿Es tanto pedir?