Nada que celebrar.
Poco a poco, parece que todo tiende a recuperar una extraña, pero esperanzadora, normalidad.
Las empresas, las administraciones, los servicios públicos y los mercados en general necesitan retomar el ritmo de sus actividades habiendo diseñado para ello protocolos inéditos de seguridad que garanticen la salud de las personas que trabajan en todos ellos, a la vez que se vela por la protección de los ciudadanos y familias a los que atienden.
Salir del Estado de Alarma, es una gran noticia y un gran paso para nuestro país, que sin duda los españoles sabremos aprovechar con un alto sentido de la responsabilidad aplicando todo lo aprendido en este duro proceso de lucha contra el COVID19.
El precio que nuestro país y el resto del mundo ha tenido que pagar por esta lección ha sido altísimo, y el recuerdo de tantos miles de familias afectadas y de sus familiares fallecidos deberá ser el que nos guie y nos de fuerzas para que sus pérdidas y sacrificios no sean en vano.
Por ello, y a pesar de la ilusión y esperanza con la que escribo esta humilde columna, creo que no hay nada que celebrar.
Es una inusitada sensación que no me permite alegrarme de los avances y logros obtenidos. No puedo dejar de pensar constantemente en mis compañeros de trabajo, que han perdido a sus mujeres, padres, amigos.
No son días de fiesta ni de exaltación, y mucho menos de concentraciones en modo de gala o efemérides. Por ello pienso y he propuesto a mi Consejo Rector que, me apoyen en la decisión de suspender la quinta edición de la Gala de los Premisos Alfonso Vázquez Fraile 2020 que CONCOVI convoca para otorgar sus ya reconocidos premios a los principales colaboradores y amigos de la Economía Social en materia de Vivienda.
Decía Aristóteles que, “la esperanza es el sueño de una persona despierta”. El sueño de todos nosotros es la vuelta a la normalidad, y mientras que todos juntos soñemos con ello, sin duda venceremos al miedo y recuperaremos nuestras vidas.
No quiero dejar de soñar, pero sin poder evitar pesar nuevamente que, no tengo nada que celebrar.
En recuerdo de todas las familias y victimas del COVID19.
