“Me ilusiona pensar”.
El primer sábado de Julio, se celebra todos los años el Día Internacional del Cooperativismo.
Hoy 4 de julio de 2020, es el día del reconocimiento internacional de nuestro movimiento y creo que es un gran motivo de celebración y que justifica que os haga, al respecto, algunas pequeñas reflexiones aderezados de inevitables recuerdos.
El nuestro, es un movimiento socioeconómico extendido por todo el mundo de forma natural y diría yo que casi espontáneo y absolutamente necesario.
El ser humano, ha basado su subsistencia en la fuerza del grupo, del colectivo, y aquellos que fueron desarrollando un método organizado de convivencia con un alto sentido de la cooperación, fueron los que antes evolucionaron y vieron mejoradas sus condiciones y calidad de vida, ampliando sus territorios y garantizando el porvenir de las siguientes generaciones.
Eso sigue siendo la cooperación hoy, la búsqueda de apoyos entre personas, profesionales y agentes de todo tipo, con un objetivo o fin común que permita atender las necesidades y demandas de nuestra organizada y civilizada sociedad.
¿Pero estamos realmente tan organizados y sensibilizados socialmente como parece?
Gracias a Dios, y seguramente a las evidentes, pero desgraciadas, carencias que sufre hoy nuestro país, tengo que lanzar, a pesar de ello, un mensaje de optimismo al detectar una sensibilidad real y comprometida de todo tipo de entidades y empresas para unir sus capacidades y fuerzas contra la recesión económica y contra la deshumanización de nuestra quizás, no tan organizada y civilizada sociedad.
La frase “colaboración público-privada” no se le cae de la boca a casi nadie que ostente un cargo de responsabilidad en las Administraciones Públicas, en las grandes empresas mercantiles, reconocidos bufetes de abogados, fondos de inversión, y por supuesto, en las asociaciones y colegios profesionales.
Todos ellos, buscan y necesitan demostrar que han despertado de ese letargo de acción individualista tan ineficaz como evidente y para ello nunca, como ahora, se han disparado los pactos y acuerdos de colaboración y cooperación con los Agestes Sociales y con las Empresas de la Economía Social.
Por fin se han dado cuenta de la enorme importancia que tiene la suma de las fuerzas para que también ellos alcancen el objetivo que persiguen con toda legitimidad, pero cumpliendo con los tan necesarios gestos de solidaridad.
Me gustaría que D. Alfonso Vázquez Fraile, uno de mis dos maestros y nuestro Presidente Fundador, comprobara personalmente esta pequeña pero esperanzadora transformación, donde el movimiento, por el que tanto lucho, se ha convertido en el gran aliado de casi todos y todo.
D. Alfonso nos dejó este gran legado, cimentado con fuertes ideales que nunca abandonó, y que sólo cuando sus fuerzas terrenales se apagaron, decidió confiarnos el testigo de nuestro propio destino.
Habiendo presidido el Consejo Rector de CONCOVI, convocado el jueves 29 de junio de 2017 y tras toda una vida entregada a este movimiento, Dios lo acogía en su seño precisamente el Día Internacional del Cooperativismo, dos días después, el 1 de julio de 2017.
Me ilusiona pensar que se le permitió con ello que nos hiciera su ultimo guiño, tan triste como sorprendente, quizás para demostrarnos su total y absoluta entrega, o también quiero creer que se le concediera un pequeño deseo para permitirle cerrar una maravillosa historia de amor con el Sector, en un día tan señalado e importante para él y todos nosotros.
En recuerdo de D. Alfonso.