SIN MIEDO A SER DENOSTADO
El pasado 5 de abril, celebramos en CONCOVI la IV Edición de los Premios Alfonso Vázquez Fraile 2019, sin duda el día más importante del año para esta Confederación.
Como es habitual en su formato, se entregaron cuatro Premios y una Mención de Honor a cuatro entidades y a una persona que demostraron a lo largo del año 2018 su especial sensibilidad a la hora de tratar, apoyar y respetar el espíritu cooperativo y a la Economía Social.
Quizás, debido a la embriaguez que me provoca la ilusión que me invade cuando organizo y preparo con sumo cuidado este evento, o quizás sean imaginaciones mías, el caso es que, cada año que cumple CONCOVI y tras cada clausura de estos Premios AVF, más orgulloso me siento de pertenecer a esta Confederación y a la Economía Social, y lo que es más curioso, cada vez creo más en la importancia que tiene para la Sociedad y para el justo equilibrio de nuestro mercado que las cooperativas de viviendas existamos y actuemos en defensa de los intereses de las personas.
Una de las grandes enseñanzas y herencias recibidas de nuestro gran Presidente D. Alfonso, ha sido la solemnidad y seriedad con la que siempre ostentó su cargo. Esta solemnidad también se palpa y se respira en nuestro gran día, pero en esta IV Edición 2019, si cabe, con mayor intensidad a las anteriores, cuando todos los invitados se pusieron en pie y con absoluto respeto, emoción y por qué no decirlo, asombro, rindieron honores al escuchar el Himno Nacional mientras que en la gran pantalla que coronaba el escenario, ondeaba la bandera de todos los españoles.
Para mi fue un momento inolvidable, que me hizo sentir orgulloso de todos los invitados de CONCOVI, que durante los siguientes días no pararon de felicitarnos por toda la organización, sorprendentemente haciendo hincapié en este emocionante e inesperado momento de la Gala.
Todos y cada uno de los ciudadanos debemos ser sinceros y justos con nuestros principios y valores, sin miedo a ser denostado por ello. Yo, presidente de CONCOVI seguiré siéndolo mientras los representantes del Sector de la Economía Social en materia de vivienda así lo quieran, pero sin que ello suponga tener que renunciar para poder ejercer tan honroso cargo a mis principios y valores, procurando en la medida de lo posible serle fieles imitando, modesta y torpemente, la solemnidad y seriedad que emanaba de manera natural de la persona de D. Alfonso.