¡¡A FREIR MONAS!!
Ayer domingo, 28 de abril de 2019, los españoles ejercieron su derecho al voto para elegir a los grupos políticos y representantes de éstos que dirigirán y gestionarán, tal y como les otorga la Constitución Española y el Estado de Derecho, los intereses y necesidades de nuestro país y de sus ciudadanos durante los próximos cuatro años, ¡casi nada!
La afluencia y concurrencia de los ciudadanos a las urnas fue muy superior a las de otras convocatorias, dato muy positivo cuando se valora y equipara la movilización de la población con su grado de compromiso y conciencia social.
Como viene pasando en nuestro país a lo largo de los últimos 15 años, los resultados han sido muy dispares, si comparamos unos comicios con otros y eso, a mi parecer, significa que la sociedad española valora, premia y penaliza por las acciones o inacciones cometidas a lo largo de la legislatura, aunque éstas sean de dos años o de 10 meses. La sociedad no confía ya en grandes proyectos o promesas a largo plazo, exige resultados y gestos todos los meses.
Hemos pasado casi de un mapa azul al cien por cien en 2016, a uno rojo en 2019.Los políticos y los grupos donde éstos militan deben aprender y comprender que la sociedad, los ciudadanos no votan sin conciencia, muy al contrario, creo que los españoles tenemos una gran capacidad de sacrificio, incluso a la hora de votar.
Analizando el resultado tan categórico de estas elecciones, me atrevo a decir que el votante de la derecha de este país, aun sabiendo que su decisión pudiera beneficiar al polo contrario, ha reflexionado y votado en conciencia y en consecuencia, penalizando así la falta de compromiso o incumplimiento flagrante y diría que sistemático de los programas electorales de las últimas legislaturas.
Ahora las cosas han cambiado, y mucho, hoy los españoles no están obligados a votar a izquierda o derecha como única alternativa para que la ideología contraria a sus principios no prospere, ahora, sin traicionar a sus valores, pueden escoger entre otros grupos de su misma ideología o tendencia, pudiendo con ello lanzar un mensaje claro de protesta e incluso de condena a los partidos históricos a los que venían apoyando, aunque ello suponga, repito, abrirle la puerta de Moncloa a la ideología contraria.
En las pocas ocasiones que puedo escribir mi sincera opinión a título exclusivamente personal, en este momento, me vuelvo a preguntar, ¿tan difícil es saber escuchar, y con ello atender las necesidades de la gente ?, si en CONCOVI no lo hiciéramos, si desde la Economía Social se nos olvidase este principal mandamiento, hace tiempo, mucho tiempo, que nos habrían mandado ¡¡a freír monas!!, con toda la razón.